martes, enero 13, 2015

Sueño de una noche de invierno; shakespeareanos atrasados.

A la mitad de nuestra vida moral, decidió el sabio esconderse en un hotel-cascada. Su mujer bella y decididamente niña, le ha dado una lección sobre la miseria. El corazón del pobre es tan duro como el lodo: basta con que actúen sobre él los jugos del orgullo para anegarlo. Serpentínica c, sudorosa c, candorosa, como el barro.  



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