sábado, agosto 17, 2013

La cueva o Sócrates, platónico, cuevánico, Cuevano platónico

Según el mito cavernícola de Platón, el maestro Sócrates se alumbró apenas salir de la caverna. De vuelta en la penumbra, les habló a los hombres de la luz. Qué dijo no sabemos, pero debemos creer que cualquier silencio hubiera sido preferible a su arrogancia retórica. El viejo Sócrates pudo haber señalado con el dedo, por las buenas o las malas, a sus concavernos y obligarlos a enfrentarse a la luz con sus propios ojos.

Pero, realmente ¿Quién está adentro y quién afuera? ¿Cuál caverna? ¿Cuál luz? ¿Cuál sol? En mi versión eres tú y no yo el que se acurruca entre las tinieblas; soy yo el iluminado pero y ¿en la tuya?

El nihilismo y el Evangelio se miran en la luz ciega del espejo y las palabras apenas sirven para devorarnos.


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