El silencio hace que las palabras que salen de las comisuras de los labios no sobrepasen la justa medida; de esta manera, se cultiva el carácter.
Dice Juan Villoro a propósito de Luis, su padre:
Nunca lo oímos decir una mentira, contar un chisme, o hablar mal de ninguna persona.
Requiescat in pace.
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